La Costa Brava es un museo al aire libre lleno de contrastes. La montaña y el mar se funden en este litoral costero moldeado por el viento de la tramontana. Situada entre la frontera de Francia y la desembocadura del río La Tordera, la magia natural de la Costa Brava atrapa a los visitantes. Los viajeros que se acercan a descubrirla casi siempre regresan. Pueblos pintorescos de gran belleza, calas de ensueño y una gastronomía envidiable con lo mejor de la cocina mediterránea. Continúa leyendo para descubrir qué ver en la Costa Brava.

Cómo llegar a la Costa Brava

La Costa Brava abarca 214 kilómetros del litoral costero de la provincia de Gerona, entre Portbou, enFrancia, y Blanes, donde comienza la costa barcelonesa del Maresme. La mejor manera de recorrerla es por carretera. ¿Qué ver en la Costa Brava? Además de las playas, la Costa Brava es un destino turístico que invita adescubrir pueblos y lugares con mucho encanto. En cada uno de ellos podrás realizar diferentes visitas culturales, tanto en los pueblos de costa como en los de interior. Tossa de Mar, Empúries, Palafrugell, Roses y Cadaqués y Empuriabrava son algunos de las localidades pintorescas y típicamente mediterráneas que se pueden visitar a lo largo de todo el litoral. El casco histórico de Gerona, con un conjunto medieval de gran valor, también merece una visita. Si estás pensando cómo llegar a la Costa Brava, la mejor opción es el autobús. Si estás de vacaciones en Barcelona, existen excursiones pensadas para conocer este regalo de la naturaleza sin preocupaciones al volante.

Mejores playas de la Costa Brava

Qué ver en la Costa Brava

Es difícil decidirse por una playa o cala de la Costa Brava. Todo el litoral está salpicado por rincones encantadores. Tiene más de veinticinco arenales con el distintivo de “Bandera Azul”, lo que da una idea de la calidad de sus aguas y servicios públicos. 

Te encantará bañarte en cualquiera de las calas escondidas entre Palamós y Calella de Palafrugell, un pueblo de pescadores de casas blancas que aún conserva un pequeño puerto. Begur es una de las zonas de veraneo preferidas y tiene algunas de las mejores playas de la Costa Brava. El pueblo destaca por su castillo medieval y está rodeado de zonas de baño. Tienes que tener en cuenta que es posible que las playas estén bastante llenas. Cala Fornells, Illa Roca y Sa Riera son algunas de las más populares. 

En cambio, si buscas un espacio abierto, la playa de Sant Pere Pescador es una buena opción. Es un arenal abierto y salvaje de 40 kilómetros que recibe distintos nombres dependiendo de por dónde se acceda. Es ideal para los amantes del kite surf y el wind surf. Porque la Costa Brava también es un destino para aventureros. En el paraje natural de Montgrí, además de divisar las Illes Medes, podrás disfrutar de una característica playa rodeada de vegetación. La cala Montgó es pequeñita pero espectacular. Todo este entorno es adecuado para practicar submarinismo. Al norte de Roses, también son enclaves muy recomendables las pequeñas calas de Calitjàs, Canadell o La Pelosa.